El Exceso de Velocidad es Egoísta, y Pone a Todos en Riesgo

El Exceso de Velocidad es Egoísta y Pone a Todos en Riesgo

El Exceso de Velocidad es Egoísta y Pone a Todos en Riesgo

Toda persona es culpable de ser egoísta de vez en cuando. A veces está bien y el delito sea de poca importancia. Otras veces, sin embargo, el delito es un negocio muy grande. Tome el exceso de velocidad, por ejemplo. Muchas personas lo ven como una inofensiva violación de tráfico y no dan un segundo de pensamiento cuando su velocímetro sube por encima del límite legal. ¿Que importa? Van tarde y necesitan moverse más rápido después de todo.

La cosa es que, cuando una persona se acelera, están poniendo en peligro su vida. Los límites de velocidad se establecen para mantener a todos los que viajan a la misma velocidad, y para asegurarse de que nadie conduce demasiado rápido para el camino que están. Cuando la velocidad, es posible que se va demasiado rápido para tomar la próxima vez, y su coche podría terminar volando fuera de la carretera. A pesar de este hecho, algunas personas todavía piensan que está bien a la velocidad. Sin embargo, todavía hay un factor que no han considerado.

Por último, cuando una persona se acelera, no sólo están arriesgando su propia vida, que están arriesgando las vidas de todas las personas que pasan. Si una persona pierde el control de su vehículo, fácilmente podrían golpear a otro vehículo, un peatón, o incluso un edificio. Cualquier persona que lleguen podría estar herido, y todo porque alguien decidió que tenían que conducir más rápido que el límite publicado.

El exceso de velocidad es egoísta porque el conductor está determinando que su propia necesidad, el deseo de llegar a algún lugar rápidamente, es superior a las necesidades de los otros, el deseo de llegar a un lugar seguro. En este caso, el conductor egoístamente sólo se preocupa por sus propias necesidades.

Siempre que reciba detrás del vehículo de un automóvil, está inadvertidamente poniendo mucha confianza en sus compañeros conductores. Usted está confiando en que van a seguir las reglas de la carretera, que mantendrá a salvo a su lado. Cuando una persona se acelera, están violando esa confianza y poner en riesgo la vida de todas las personas que pasan por la carretera o en la acera.