Para un padre, una de las cosas más desgarradoras que le puede suceder a su hijo, es que lleguen a casa después de un día escolar y que le digan que están siendo intimidados. Al principio es posible que se sienta enojo, “¿Cómo es posible que alguien pueda, jalarle el pelo, o burlarse de mi hijo?” Sus padres deben de haberles enseñado mejor. Voy a llamar a la escuela en este momento y obtener su número, así les puedo dar un pedazo de mi mente”.
Como lamentable, ya que puede ser, la intimidación es algo común hoy día. De acuerdo con un estudio realizado por el Departamento de Educación de Estados Unidos en 2015, el 22% de los estudiantes de 12-18 años de edad fueron intimidados durante el año escolar 2012-2013. Un 20% de escalonamiento si los estudiantes de la escuela secundaria también informaron siendo intimidados en la propiedad escolar en los últimos 12 meses.
El estudio también reveló que los niños son más propensos a ser intimidados físicamente, mientras que las niñas son más propensos a ser intimidados verbal, cara exclusión y la experiencia de acoso cibernético. El resquicio de esperanza de que el estudio encontró que a pesar de la intimidación es más común en la escuela primaria, la probabilidad de que su hijo va a ser intimidado disminuye a lo largo de la secundaria y preparatoria.
Ahora que tiene algunas estadísticas sobre la intimidación, es probable que esté pensando en volver a la situación inicial. ¿Qué, como padre,se supone que debe hacer si su hijo es uno de los 22% de los estudiantes que experimentan la intimidación? Puede ser difícil saber qué decir, pero lo más importante que hacer es asegurarse de que saben que usted está allí para ellos. No se debe pasar por alto la situación, sino más bien sentarse y discutir lo que está pasando con ellos. Ellos necesitan saber que su voz está siendo escuchada, alguien se preocupa por ellos, y que ellos no están solos.
Sus instintos paternales le pueden decir que el niño se defienda o se haga valer por sí mismo, pero eso no es siempre la mejor opción. Por el contrario, adoptar una postura contra el agresor juntos, haciéndoles saber que quiere ayudar y que obtendrá a través de la situación en conjunto. No importa la edad, siendo intimidado nunca es divertido y puede ser doloroso de tratar. No importa qué, asegúrese de que su hijo sepa que no está solo y que van a luchar juntos.
Lea nuestro blog acerca de cómo prevenir la intimidación aquí. Para más recursos sobre qué decir y qué no decir a alguien siendo intimidado, haga clic aquí.