Los estudiantes están tratando de aferrarse a lo que les queda de verano, mientras que los padres se preparan para enviarlos a la escuela una vez más, dejándolos con un nido vacío y preocupaciones adicionales acerca de cómo su niño está gestionando vivir fuera de casa. En la universidad, viven con sus amigos y se les invita a las fiestas semanales donde se sirve alcohol, en los que algunas personas toman drogas, y donde otros se dedican a la actividad sexual. Mucho sucede en la universidad fuera de clases. Los padres saben, que una vez que fueron niños. Ahora quieren asegurarse de que sus propios hijos estén seguros y que tomen decisiones sanas.
Como padre, usted tiene el derecho a sentarse a su hijo, no importa la edad que tengan, para tener lo que ellos consideran que es una conversación incómoda. No importa si tuvo esta conversación con ellos antes en la escuela intermedia y otra vez en la secundaria. Quizás puede que le den una mirada incomoda con los ojos, inquietos, y le digan: “Lo sé, lo sé, lo sé …”, pero ustedes son sus padres y ellos son los hijos. Usted tiene el derecho de ser uno de los padres sobreprotectores, incluso si usted sabe que su hijo es inteligente y siempre sabe qué consecuencias puedan enfrentarse cuando toma decisiones pobres, e irresponsables.
Una cosa de la cuál usted no haya hablado con ellos se sobre cómo enfrentarse a ser detenido, si ellos o un amigo, algún día fueran detenidos. Tal vez no sean detenidos por haber cometido un crimen sí mismos. Quizás simplemente estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pero si son mayores de 18 años, por ley, la policía no está obligados a ponerse en contacto con los padres, ni ustedes están obligados a pagarle al tribunal por su liberación. Si quiere asustarlos un poco, avíseles que puede decir que tendrían que enfrentarse y pagar la fianza por su cuenta, a pesar de que usted sabe realmente que no dejaría hacerlos.
Caídas adicionales a tener los policías involucrados con una situación como esta, es que la escuela puede ser notificada del incidente y su hijo puede ser castigado académicamente, como ser suspendido o incluso expulsado. Su hijo tendría que tratar de inscribirse en otra universidad, pero tendría antecedentes penales lo que no podrá evitar que sean aceptados, pero no se ve bien. Si se dificulta su educación, su futuro puede ser deñado.
Ser arrestado es un extremo por el cuál nadie quiere pensar, pero todo el mundo sabe que puede suceder y le sucede a algunos estudiantes. Al tener una conversación con su hijo antes de que atienda a la escuela para el otoño, usted está haciendo todo lo posible para evitar que esto posiblemente suceda.